Ya sabemos que el colegio de Springfield es un verdadero desastre, los educadores están desmotivados y los niños y niñas tampoco es que se luzcan. Con un director que tiene demasiados problemas en su vida y encima llevar a buen puerto tal desastre de colegio, sobre todo por la falta de fondos públicos y privados.
El capítulo comienza con un concurso de matemáticas entre un colegio de élite y el colegio de Springfield, y claro terminan perdiendo y sobre todo sin haber podido conseguir un solo punto. Los niños se quejan de que ellos no tienen ordenadores para poder competir en igualdad de condiciones con el otro colegio y entonces tres "nerds" que estudiaron en Springfield les dan el suficiente dinero para instalar lo último en tecnología en el colegio. Pero la ineptitud del director y que los niños sin tener un límite claro de uso de las tablets (todos se ponen a ver la televisión por cable en sus tabletas) sobrecargan la red eléctrica y el colegio se queda sin tecnología.
Es aquí y a través del bedel Willie y su manera de medir el campo con un palo y una cuerda con nudos cuando los niños comienzan a aprender con la practica y sin tanta teoría.
En este capítulo descubrimos que los niños y niñas necesitan salir más del aula, experimentar y aprender con las cosas cotidianas. En la educación la practica es parte importante, si solo tenemos la teoría, ver imágenes (uso de vídeos con instrucciones, fotografías...) y no tocamos un animal o de lo que hablamos en los libros (podemos tener acceso a más cosas de las que podemos imaginar hoy día). La tecnología nos acerca muchas cosas, pero seguimos sin saber como huele, como sabe o incluso como se maneja.
Gran capítulo que nos enseña que todo es bueno en la educación, tanto la tecnología como la práctica, pero una sin la otra no sirven para nada.
